Presentación
Publicado: 22 Sep 2014, 02:38
Hola a todos:
Descubrí este foro hace algunos meses, después de llegar a algunas de sus discusiones al hacer búsquedas en Internet. Decidí registrarme porque me pareció muy útil, aunque hasta ahora no había intervenido porque pensaba que "solamente" tenía sensibilidad química múltiple y por lo tanto no encajaba del todo con la temática. Como ya estoy oficialmente diagnosticada de SQM-SFC-FM, me animo a presentarme.
Tengo 50 años, vivo en Cataluña, estoy en activo como autónoma, no pertenezco a ninguna mutua. He tenido problemas digestivos y de piel desde muy joven, además de alergias de todo tipo, con dos episodios de anafilaxia. Hace unos dos años, coincidiendo con un cambio de casa, empecé a tener eczemas cada vez más extendidos, renové mi vestuario al completo porque me afectaba todo lo que no fuera algodón sin teñir y dejé de tolerar perfumes y cosméticos que hasta entonces usaba sin problemas. Me volví muy sensible a los olores y empecé a reaccionar a jabones, ambientadores, gasolina, tinta, etc. En casa dejamos de usar los productos de limpieza habituales y mi compañero tuvo que cambiar de gel, champú y loción de afeitado. Empecé a usar mascarilla para alérgicos en calles de mucho tráfico, porque no soportaba los humos de los tubos de escape. Tuve una reacción muy extrema al acostarme en una cama con sábanas perfumadas y otra al oler la colada que acababa de tender un vecino. Entre tanto, me mandaron al dermatólogo y al alergólogo, pero nadie resolvía nada y se contradecían unos a otros.
Todo esto se agravó en mayo pasado, después de un viaje fatídico en un avión donde la cabina estaba mal aislada y respiré durante dos horas un aire cargado de vapores de carburante. Me encontré muy mal durante el viaje y peor aún después, con aturdimiento y confusión mental, dolor de cabeza, agotamiento extremo, problemas digestivos, intolerancia al sol y mil cosas más. En la ciudad que visitaba tuve que comprar mascarillas de ferretería porque la de tela no me servía de nada. Desde entonces salgo a la calle con mascarilla y sombrilla, no puedo entrar en comercios ni lugares con aglomeración de gente y me resulta muy difícil usar transportes públicos.
A la vuelta del viaje me visité con mi doctora de cabecera, que me mandó de inmediato al Clínic (mi hospital de referencia) por posible sensibilidad química múltiple, para que me visitaran en la unidad de diagnóstico rápido y me indicaran dónde me podían derivar. En el Clínic me dijeron directamente que ya no atendían por este problema. En mi CAP volvieron a solicitar derivación y después de mucho insistir solo consiguieron la promesa de que ya me llamarían de alergología, cosa que hasta ahora no ha sucedido.
Ante la desatención de la sanidad pública, me busqué la vida por lo privado. Me visité con el Dr. Pablo Arnold, quien me diagnosticó síndrome de sensibilización central, con sensibilidad química múltiple (sin indicación de nivel) e indicios de fibromialgia y síndrome de fatiga crónica. Arnold me recomendó un control ambiental estricto, me dio unas vagas indicaciones de dieta y me recetó omeprazol.
Por otra parte, por consejo de mi médica de cabecera, pedí visita con la Dra. Rigau, pero según parece apenas acepta pacientes nuevos. No me dieron hora, pero me tomaron los datos por si en algún momento pueden incluirme en lista de espera, aunque dijeron que podía tardar más de un año.
También por sugerencia de mi médica de cabecera, me he visitado con la Dra. Anna Camps, médico-homeópata y especialista en inmunología, y he empezado a seguir su tratamiento.
Finalmente, aunque era bastante reticente a acudir a Barnaclínic, terminé pidiendo hora con el Dr. Joaquim Fernández-Solà porque quería una segunda opinión. Su visita fue muy completa, se leyó los análisis que me había hecho por petición de Arnold, me examinó y me entregó un informe muy detallado. Fernández-Solà corrobora el síndrome de sensibilización cerebral central y diagnostica:
- sensibilidad química múltiple grado III
- sd. de fatiga crónica grado II
- fibromialgia grado I
- hiperlaxitud ligamentosa
- síndrome seco de mucosas
- intolerancias ambientales y electrohipersensibilidad
Y recomienda:
- tomar según tolerancia: magnogene, acfol, optovite B12 inyectable, viscofresch
- actividad física leve, dieta hipocalórica y biológica, evitación de químicos y radiaciones electromagnéticas, uso de mascarilla con filtro de carbón activo
En estos momentos me encuentro mucho mejor que en mayo y junio. Me ha ayudado mucho dejar Barcelona y trasladarme a una ciudad con menos coches y menos ruido. Sigo necesitando la mascarilla, pero el umbral de tolerancia a los olores no es tan bajo, la fatiga ha disminuido y la bruma mental se ha disipado bastante. En cambio, las pocas ocasiones en que he vuelto a Barcelona por trámites varios he empeorado muy deprisa.
En cuanto a tratamientos, estoy siguiendo la pauta de la Dra. Camps y pensándome qué hago con lo recomendado por Fernández-Solà (de momento solo uso el colirio; estoy un poco asustada porque tanto él como mi doctora de cabecera me dijeron que estuviera atenta a posibles reacciones alérgicas).
Y nada, aquí acaba mi larga presentación. Intentaré no enrollarme tanto en próximas ocasiones.
Un saludo muy cordial a todo el mundo. ¡Y mucho ánimo!
Descubrí este foro hace algunos meses, después de llegar a algunas de sus discusiones al hacer búsquedas en Internet. Decidí registrarme porque me pareció muy útil, aunque hasta ahora no había intervenido porque pensaba que "solamente" tenía sensibilidad química múltiple y por lo tanto no encajaba del todo con la temática. Como ya estoy oficialmente diagnosticada de SQM-SFC-FM, me animo a presentarme.
Tengo 50 años, vivo en Cataluña, estoy en activo como autónoma, no pertenezco a ninguna mutua. He tenido problemas digestivos y de piel desde muy joven, además de alergias de todo tipo, con dos episodios de anafilaxia. Hace unos dos años, coincidiendo con un cambio de casa, empecé a tener eczemas cada vez más extendidos, renové mi vestuario al completo porque me afectaba todo lo que no fuera algodón sin teñir y dejé de tolerar perfumes y cosméticos que hasta entonces usaba sin problemas. Me volví muy sensible a los olores y empecé a reaccionar a jabones, ambientadores, gasolina, tinta, etc. En casa dejamos de usar los productos de limpieza habituales y mi compañero tuvo que cambiar de gel, champú y loción de afeitado. Empecé a usar mascarilla para alérgicos en calles de mucho tráfico, porque no soportaba los humos de los tubos de escape. Tuve una reacción muy extrema al acostarme en una cama con sábanas perfumadas y otra al oler la colada que acababa de tender un vecino. Entre tanto, me mandaron al dermatólogo y al alergólogo, pero nadie resolvía nada y se contradecían unos a otros.
Todo esto se agravó en mayo pasado, después de un viaje fatídico en un avión donde la cabina estaba mal aislada y respiré durante dos horas un aire cargado de vapores de carburante. Me encontré muy mal durante el viaje y peor aún después, con aturdimiento y confusión mental, dolor de cabeza, agotamiento extremo, problemas digestivos, intolerancia al sol y mil cosas más. En la ciudad que visitaba tuve que comprar mascarillas de ferretería porque la de tela no me servía de nada. Desde entonces salgo a la calle con mascarilla y sombrilla, no puedo entrar en comercios ni lugares con aglomeración de gente y me resulta muy difícil usar transportes públicos.
A la vuelta del viaje me visité con mi doctora de cabecera, que me mandó de inmediato al Clínic (mi hospital de referencia) por posible sensibilidad química múltiple, para que me visitaran en la unidad de diagnóstico rápido y me indicaran dónde me podían derivar. En el Clínic me dijeron directamente que ya no atendían por este problema. En mi CAP volvieron a solicitar derivación y después de mucho insistir solo consiguieron la promesa de que ya me llamarían de alergología, cosa que hasta ahora no ha sucedido.
Ante la desatención de la sanidad pública, me busqué la vida por lo privado. Me visité con el Dr. Pablo Arnold, quien me diagnosticó síndrome de sensibilización central, con sensibilidad química múltiple (sin indicación de nivel) e indicios de fibromialgia y síndrome de fatiga crónica. Arnold me recomendó un control ambiental estricto, me dio unas vagas indicaciones de dieta y me recetó omeprazol.
Por otra parte, por consejo de mi médica de cabecera, pedí visita con la Dra. Rigau, pero según parece apenas acepta pacientes nuevos. No me dieron hora, pero me tomaron los datos por si en algún momento pueden incluirme en lista de espera, aunque dijeron que podía tardar más de un año.
También por sugerencia de mi médica de cabecera, me he visitado con la Dra. Anna Camps, médico-homeópata y especialista en inmunología, y he empezado a seguir su tratamiento.
Finalmente, aunque era bastante reticente a acudir a Barnaclínic, terminé pidiendo hora con el Dr. Joaquim Fernández-Solà porque quería una segunda opinión. Su visita fue muy completa, se leyó los análisis que me había hecho por petición de Arnold, me examinó y me entregó un informe muy detallado. Fernández-Solà corrobora el síndrome de sensibilización cerebral central y diagnostica:
- sensibilidad química múltiple grado III
- sd. de fatiga crónica grado II
- fibromialgia grado I
- hiperlaxitud ligamentosa
- síndrome seco de mucosas
- intolerancias ambientales y electrohipersensibilidad
Y recomienda:
- tomar según tolerancia: magnogene, acfol, optovite B12 inyectable, viscofresch
- actividad física leve, dieta hipocalórica y biológica, evitación de químicos y radiaciones electromagnéticas, uso de mascarilla con filtro de carbón activo
En estos momentos me encuentro mucho mejor que en mayo y junio. Me ha ayudado mucho dejar Barcelona y trasladarme a una ciudad con menos coches y menos ruido. Sigo necesitando la mascarilla, pero el umbral de tolerancia a los olores no es tan bajo, la fatiga ha disminuido y la bruma mental se ha disipado bastante. En cambio, las pocas ocasiones en que he vuelto a Barcelona por trámites varios he empeorado muy deprisa.
En cuanto a tratamientos, estoy siguiendo la pauta de la Dra. Camps y pensándome qué hago con lo recomendado por Fernández-Solà (de momento solo uso el colirio; estoy un poco asustada porque tanto él como mi doctora de cabecera me dijeron que estuviera atenta a posibles reacciones alérgicas).
Y nada, aquí acaba mi larga presentación. Intentaré no enrollarme tanto en próximas ocasiones.
Un saludo muy cordial a todo el mundo. ¡Y mucho ánimo!