Buenas tardes. Me presento.
Publicado: 21 Ene 2018, 19:07
Hola a todos/as.
Me llamo Javier, y mañana puede cambiar mi vida (dicho de modo un tanto dramático).
Llevo algo menos de dos años enfermo, o al menos, siendo consciente de que "algo" pasaba. Con el tiempo y conforme he ido recibiendo los diferentes diagnósticos me he ido dando cuenta de que esto realmente venía de mucho antes, y también he encontrado explicación a algunos problemas físicos que he tenido desde niño.
El caso es que tengo SFC y también síndrome de Ehlers-Danlos tipo III, reconocido por reumatología (tanto de la SS como de médico privado), por medicina interna (tanto SS como médico privado), y por psiquiatra (privado). Todos los informes coinciden en diagnóstico, y en varios de ellos se especifica que dichas patologías conllevan una importante disminución de la calidad de vida a todos los niveles, tanto laborales como personales. Todos estos diagnósticos son recientes (de un año a esta parte). Medicina interna dice que también cumplo criterios de fibromialgia, pero sinceramente, yo no creo tener eso. Tengo contracturas habituales, especialmente en espalda, pero no tengo un dolor muscular generalizado. Sí debilidad muscular y fatiga demoledora.
El Ehlers-Danlos es esto: https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADnd ... ers-Danlos // https://medlineplus.gov/spanish/ehlersd ... drome.html
Llevo aproximadamente 10 operaciones encima a lo largo de mi vida (tengo 42 años): ambas rodillas, tobillo 2 veces, hombro, zona lumbar 2 veces, muñeca (con inmovilización quirúrgica), etc. Tengo contadas más de 30 lesiones por luxación y/o rotura ligamentosa, todo ello proveniente de inestabilidad y debilidad articular (el Ehlers-Danlos), y en la actualidad tengo lesiones activas no operadas (un menisco roto, un ligamento del hombro roto y otro del tobillo prácticamente desintegrado). Aparte de eso, tengo artrosis en ambas muñecas.
También tengo parasomnias desde niño que no han cedido con los años (sonambulismo, errabundismo, terrores nocturnos, insomnio).
La cuestión es que el SFC, en mi caso, ha venido a agravar unas patologías ya existentes. Sabemos que el SFC provoca dolor articular, y a mí dicho problema me ha venido a aterrizar no sobre un sistema articular normal y sano, sino sobre uno enfermo y con multitud, tal y como cuento, de lesiones y operaciones reconstructivas. También la calidad del sueño se resiente, y en mi caso, también este problema ha agravado al que padezco desde niño. Digamos que alguno de los problemas mayores que da el SFC en mi caso se han multiplicado exponencialmente.
Yo, hace dos años, y aun sabiendo que tenía que cuidarme muchísimo las articulaciones, hacía una vida realmente activa. Deporte sin impacto, pero de casi todo tipo (correr, nadar, spinning, caminata deportiva, bici elíptica...). Me costaba quizá más esfuerzo que a otras personas, pero lo hacía. El caso es que prácticamente de un día para otro, "desaparecí". Empecé a notar determinadas cosas:
- Que mis piernas estaban débiles, por así decir. Esa fue la primera de mis sensaciones de alarma. Después empecé a perder fuerza en las manos y poco a poco fui notando bastante debilidad muscular. Me hicieron resonancia magnética, me hicieron potencial evocado, o electromiograma que no arrojaron resultados concluyentes.
- Empecé a notar que me cansaba por casi cualquier cosa, y que no me recuperaba bien. Ahora hay días en los que simplemente estar sentado en el ordenador para escribir algo es demasiado esfuerzo físico. Muchos días me he visto cogiendo un taxi para llegar a mi trabajo, porque no he podido aparcar a menos de 500 metros (trabajo en el centro de la ciudad) y esa distancia caminando es inabordable (hace dos o tres años hacía caminatas de 20/22 kilómetros como si nada).
- Empecé a notar que lo poco y mal que dormía desde siempre, pero que hasta la fecha más o menos era suficiente, empezaba a no serlo (el estado de "destrucción" al despertar ya era bastante acusado). Al despertar, tenía las mismas sensaciones que si pesase 400 kilos o tuviese 85 años.
- Empecé a notar trastornos digestivos. Frecuente dolor de estómago, o episodios de diarrea ocasional seguidos de estreñimiento.
- Empecé a notar dolor en el cuello (ganglios algo inflamados y dolorosos) y en la garganta al tragar. Faringitis continuas.
- Empecé a notar que me subía la temperatura muchas tardes. No fiebre alta, pero sí febrícula.
- Empecé a notar que donde antes las articulaciones dolían a nivel 3, ahora dolían a nivel 10 (más las que ya estaban dañadas, pero también las que lo están menos). Durante los primeros meses lo sobrellevaba, pero el dolor fue subiendo hasta un punto en el que algunos días bajar un par de pisos de escaleras era una tortura.
- Empecé a notar que me dolía la cabeza, cuando casi nunca en mi vida me había dolido (especialmente parte frontal, y encima de un ojo). Los dolores ahora son diarios. No son espantosos, pero son constantes, y apenas ceden con analgesia. Es complicado concentrarse o mantener una conversación normal cuando la cabeza te está martilleando.
- Empecé a notar que olvidaba cosas, especialmente en la memoria a corto plazo. Eso es quizá lo que más rápidamente fue a peor. A día de hoy dicha memoria es un desastre. Mi memoria a corto plazo está destruida. Llevo bastante tiempo sin leer, cuando antes era un devorador de libros. Y no leo porque me cuesta horrores retener lo que acabo de leer, y veo que llego a la segunda mitad de la página con el recuerdo de la primera mitad ya emborronado. Está feo que lo diga pero siempre he tenido una memoria y una retentiva espectaculares. Hoy, en modo de broma digo que soy como Dory, el pez azul de "Buscando a Nemo". Tengo constantes errores por olvidos. Mi concentración también ha empeorado enormemente. Conducir es muchos días un acto de fe, porque me agota física y sobre todo mentalmente.
- Empecé a notar que no aguantaba el sol ni la luz intensa. No es ya que moleste mirar al sol, que eso nos pasa a todos. Es que soy incapaz de aguantar en la calle en los días de mayor luminosidad. En casa, siempre que puedo estoy en semi-penumbra, porque la luz intensa de los fluorescentes me molesta enormemente.
- Y hay más cosas, pero creo que es un buen resumen.
Y todo empezó con un estado gripal. Cogí un gigantesco catarro, y como suelo decir, con ese catarro el yo que era hasta entonces se vino abajo. Por lo que he leído, hay bastantes enfermos de SFC que refieren comienzos similares para su patología. Ese catarro mejoró, pero no ha llegado a ceder. Llevo, literalmente, cerca de 20 meses acatarrado.
Hoy vivo a base de analgesia a todas horas (pautada por mi médico), antiinflamatorios, y también medicación para dormir, aunque es poco efectiva. A indicación tanto de psiquiatría como de reumatología, pasé por Rivotril, Xeristar, Heipran, Modafinilo (con este acabé en el hospital por una reacción alérgica), Lyrica (que para mí fue como pasar 3 meses en el infierno) y alguna cosa más. Nada me fue bien.
Acciones comunes como pasear al perro, tender la ropa, o simplemente ducharme y vestirme por las mañanas me dejan destruido. Algunos días tengo problemas para simplemente lavarme la cabeza en la ducha, porque los brazos me pesan demasiado. No creo que esté contando nada que no conozcáis bien...
La vida familiar, o las reuniones con amigos se han reducido al mínimo. El ir con normalidad al cine, de cena, o no digamos ya de fiesta se convierten poco a poco en quimeras. No te ves en condiciones, y tampoco quieres estar ahí con tus amistades con "cara de pena". Al final, te aíslas, porque no te encuentras bien, porque no tienes absolutamente nada de energía, porque tienes un dolor físico enorme, y porque llega el momento en el que te cansas de disimular.
Lo que peor llevo, quizá, es cuando alguien te dice cosas como "pues yo cuando estoy cansado tomo no-se-qué vitaminas de la herboristería y me van de lujo". O que "se te ve buena cara, no será para tanto". Se agradecen los consejos, vale. Pero comparar esto con "estar cansado" es, con perdón, como comparar un catarro en un veinteañero sano, y un cáncer terminal en una persona de 80.
La suerte que he tenido es que los médicos que me han atendido a lo largo de este tiempo, uno tras otro, creyeron en lo que les decía, que sé que es algo que no siempre ocurre. Como he dicho al principio, tengo diferentes diagnósticos coincidentes, así como una valoración del daño corporal hecha por un perito. En esta valoración se han valorado, valga la redundancia, tanto las patologías actuales como todas las derivadas de mi estado previo (lesiones y operaciones).
Llevo ahora cerca de 3 meses de baja. Aguanté, no sé cómo, pero aguanté todo lo que pude. Pero llegó un día en el que seguir fue ya algo imposible. El cuerpo se negaba. La fuerza de voluntad ya no daba más de sí, y la abundancia y severidad de los síntomas lo hacían imposible. Tengo unas ganas locas de volver al trabajo, y espero poder hacerlo en breves. No estoy mejor, pero veo que al menos no sigo en caída libre como hasta entonces. Parte del estado que me llevó a coger la baja venía agravado por la medicación, todo hay que decirlo. Fue dejar la Lyrica y mejoré al menos al eliminarse los problemas añadidos que me estaba dando dicha medicación (ninguna mejoría, y sí una gran cantidad de efectos secundarios).
Y bueno. Decía al principio del texto que mañana mismo puede cambiar mi vida, porque paso por tribunal médico al objeto que se reconozca, si procede, un grado de discapacidad. Solicité el reconocimiento hace tres meses y ahora llega la fecha (ya veremos luego lo que tardan en dar respuesta). Presupongo que pasará lo que suele pasar: de primeras, quitarán importancia a mi enfermedad y síntomas y dirán que esto no es nada.
No quiero que se me reconozca una incapacidad, porque yo quiero seguir trabajando y quiero hacerlo en mi terreno. Por eso no la solicité y sí lo hice con la discapacidad. A día de hoy, simplemente la tarjeta de aparcamiento es algo que me facilitaría la vida, por los desplazamientos.
Eso, y que con suerte, algún día lleguen a entender qué es y de dónde viene el SFC. El día en el que sepan si es algo vírico, genético, neurodegenerativo o lo que sea, estaremos más cerca de una cura.
Disculpad el interminable tocho. Necesitaba en cierto modo una liberación con gente que puede entender tu estado.
Un saludo.
Me llamo Javier, y mañana puede cambiar mi vida (dicho de modo un tanto dramático).
Llevo algo menos de dos años enfermo, o al menos, siendo consciente de que "algo" pasaba. Con el tiempo y conforme he ido recibiendo los diferentes diagnósticos me he ido dando cuenta de que esto realmente venía de mucho antes, y también he encontrado explicación a algunos problemas físicos que he tenido desde niño.
El caso es que tengo SFC y también síndrome de Ehlers-Danlos tipo III, reconocido por reumatología (tanto de la SS como de médico privado), por medicina interna (tanto SS como médico privado), y por psiquiatra (privado). Todos los informes coinciden en diagnóstico, y en varios de ellos se especifica que dichas patologías conllevan una importante disminución de la calidad de vida a todos los niveles, tanto laborales como personales. Todos estos diagnósticos son recientes (de un año a esta parte). Medicina interna dice que también cumplo criterios de fibromialgia, pero sinceramente, yo no creo tener eso. Tengo contracturas habituales, especialmente en espalda, pero no tengo un dolor muscular generalizado. Sí debilidad muscular y fatiga demoledora.
El Ehlers-Danlos es esto: https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADnd ... ers-Danlos // https://medlineplus.gov/spanish/ehlersd ... drome.html
Llevo aproximadamente 10 operaciones encima a lo largo de mi vida (tengo 42 años): ambas rodillas, tobillo 2 veces, hombro, zona lumbar 2 veces, muñeca (con inmovilización quirúrgica), etc. Tengo contadas más de 30 lesiones por luxación y/o rotura ligamentosa, todo ello proveniente de inestabilidad y debilidad articular (el Ehlers-Danlos), y en la actualidad tengo lesiones activas no operadas (un menisco roto, un ligamento del hombro roto y otro del tobillo prácticamente desintegrado). Aparte de eso, tengo artrosis en ambas muñecas.
También tengo parasomnias desde niño que no han cedido con los años (sonambulismo, errabundismo, terrores nocturnos, insomnio).
La cuestión es que el SFC, en mi caso, ha venido a agravar unas patologías ya existentes. Sabemos que el SFC provoca dolor articular, y a mí dicho problema me ha venido a aterrizar no sobre un sistema articular normal y sano, sino sobre uno enfermo y con multitud, tal y como cuento, de lesiones y operaciones reconstructivas. También la calidad del sueño se resiente, y en mi caso, también este problema ha agravado al que padezco desde niño. Digamos que alguno de los problemas mayores que da el SFC en mi caso se han multiplicado exponencialmente.
Yo, hace dos años, y aun sabiendo que tenía que cuidarme muchísimo las articulaciones, hacía una vida realmente activa. Deporte sin impacto, pero de casi todo tipo (correr, nadar, spinning, caminata deportiva, bici elíptica...). Me costaba quizá más esfuerzo que a otras personas, pero lo hacía. El caso es que prácticamente de un día para otro, "desaparecí". Empecé a notar determinadas cosas:
- Que mis piernas estaban débiles, por así decir. Esa fue la primera de mis sensaciones de alarma. Después empecé a perder fuerza en las manos y poco a poco fui notando bastante debilidad muscular. Me hicieron resonancia magnética, me hicieron potencial evocado, o electromiograma que no arrojaron resultados concluyentes.
- Empecé a notar que me cansaba por casi cualquier cosa, y que no me recuperaba bien. Ahora hay días en los que simplemente estar sentado en el ordenador para escribir algo es demasiado esfuerzo físico. Muchos días me he visto cogiendo un taxi para llegar a mi trabajo, porque no he podido aparcar a menos de 500 metros (trabajo en el centro de la ciudad) y esa distancia caminando es inabordable (hace dos o tres años hacía caminatas de 20/22 kilómetros como si nada).
- Empecé a notar que lo poco y mal que dormía desde siempre, pero que hasta la fecha más o menos era suficiente, empezaba a no serlo (el estado de "destrucción" al despertar ya era bastante acusado). Al despertar, tenía las mismas sensaciones que si pesase 400 kilos o tuviese 85 años.
- Empecé a notar trastornos digestivos. Frecuente dolor de estómago, o episodios de diarrea ocasional seguidos de estreñimiento.
- Empecé a notar dolor en el cuello (ganglios algo inflamados y dolorosos) y en la garganta al tragar. Faringitis continuas.
- Empecé a notar que me subía la temperatura muchas tardes. No fiebre alta, pero sí febrícula.
- Empecé a notar que donde antes las articulaciones dolían a nivel 3, ahora dolían a nivel 10 (más las que ya estaban dañadas, pero también las que lo están menos). Durante los primeros meses lo sobrellevaba, pero el dolor fue subiendo hasta un punto en el que algunos días bajar un par de pisos de escaleras era una tortura.
- Empecé a notar que me dolía la cabeza, cuando casi nunca en mi vida me había dolido (especialmente parte frontal, y encima de un ojo). Los dolores ahora son diarios. No son espantosos, pero son constantes, y apenas ceden con analgesia. Es complicado concentrarse o mantener una conversación normal cuando la cabeza te está martilleando.
- Empecé a notar que olvidaba cosas, especialmente en la memoria a corto plazo. Eso es quizá lo que más rápidamente fue a peor. A día de hoy dicha memoria es un desastre. Mi memoria a corto plazo está destruida. Llevo bastante tiempo sin leer, cuando antes era un devorador de libros. Y no leo porque me cuesta horrores retener lo que acabo de leer, y veo que llego a la segunda mitad de la página con el recuerdo de la primera mitad ya emborronado. Está feo que lo diga pero siempre he tenido una memoria y una retentiva espectaculares. Hoy, en modo de broma digo que soy como Dory, el pez azul de "Buscando a Nemo". Tengo constantes errores por olvidos. Mi concentración también ha empeorado enormemente. Conducir es muchos días un acto de fe, porque me agota física y sobre todo mentalmente.
- Empecé a notar que no aguantaba el sol ni la luz intensa. No es ya que moleste mirar al sol, que eso nos pasa a todos. Es que soy incapaz de aguantar en la calle en los días de mayor luminosidad. En casa, siempre que puedo estoy en semi-penumbra, porque la luz intensa de los fluorescentes me molesta enormemente.
- Y hay más cosas, pero creo que es un buen resumen.
Y todo empezó con un estado gripal. Cogí un gigantesco catarro, y como suelo decir, con ese catarro el yo que era hasta entonces se vino abajo. Por lo que he leído, hay bastantes enfermos de SFC que refieren comienzos similares para su patología. Ese catarro mejoró, pero no ha llegado a ceder. Llevo, literalmente, cerca de 20 meses acatarrado.
Hoy vivo a base de analgesia a todas horas (pautada por mi médico), antiinflamatorios, y también medicación para dormir, aunque es poco efectiva. A indicación tanto de psiquiatría como de reumatología, pasé por Rivotril, Xeristar, Heipran, Modafinilo (con este acabé en el hospital por una reacción alérgica), Lyrica (que para mí fue como pasar 3 meses en el infierno) y alguna cosa más. Nada me fue bien.
Acciones comunes como pasear al perro, tender la ropa, o simplemente ducharme y vestirme por las mañanas me dejan destruido. Algunos días tengo problemas para simplemente lavarme la cabeza en la ducha, porque los brazos me pesan demasiado. No creo que esté contando nada que no conozcáis bien...
La vida familiar, o las reuniones con amigos se han reducido al mínimo. El ir con normalidad al cine, de cena, o no digamos ya de fiesta se convierten poco a poco en quimeras. No te ves en condiciones, y tampoco quieres estar ahí con tus amistades con "cara de pena". Al final, te aíslas, porque no te encuentras bien, porque no tienes absolutamente nada de energía, porque tienes un dolor físico enorme, y porque llega el momento en el que te cansas de disimular.
Lo que peor llevo, quizá, es cuando alguien te dice cosas como "pues yo cuando estoy cansado tomo no-se-qué vitaminas de la herboristería y me van de lujo". O que "se te ve buena cara, no será para tanto". Se agradecen los consejos, vale. Pero comparar esto con "estar cansado" es, con perdón, como comparar un catarro en un veinteañero sano, y un cáncer terminal en una persona de 80.
La suerte que he tenido es que los médicos que me han atendido a lo largo de este tiempo, uno tras otro, creyeron en lo que les decía, que sé que es algo que no siempre ocurre. Como he dicho al principio, tengo diferentes diagnósticos coincidentes, así como una valoración del daño corporal hecha por un perito. En esta valoración se han valorado, valga la redundancia, tanto las patologías actuales como todas las derivadas de mi estado previo (lesiones y operaciones).
Llevo ahora cerca de 3 meses de baja. Aguanté, no sé cómo, pero aguanté todo lo que pude. Pero llegó un día en el que seguir fue ya algo imposible. El cuerpo se negaba. La fuerza de voluntad ya no daba más de sí, y la abundancia y severidad de los síntomas lo hacían imposible. Tengo unas ganas locas de volver al trabajo, y espero poder hacerlo en breves. No estoy mejor, pero veo que al menos no sigo en caída libre como hasta entonces. Parte del estado que me llevó a coger la baja venía agravado por la medicación, todo hay que decirlo. Fue dejar la Lyrica y mejoré al menos al eliminarse los problemas añadidos que me estaba dando dicha medicación (ninguna mejoría, y sí una gran cantidad de efectos secundarios).
Y bueno. Decía al principio del texto que mañana mismo puede cambiar mi vida, porque paso por tribunal médico al objeto que se reconozca, si procede, un grado de discapacidad. Solicité el reconocimiento hace tres meses y ahora llega la fecha (ya veremos luego lo que tardan en dar respuesta). Presupongo que pasará lo que suele pasar: de primeras, quitarán importancia a mi enfermedad y síntomas y dirán que esto no es nada.
No quiero que se me reconozca una incapacidad, porque yo quiero seguir trabajando y quiero hacerlo en mi terreno. Por eso no la solicité y sí lo hice con la discapacidad. A día de hoy, simplemente la tarjeta de aparcamiento es algo que me facilitaría la vida, por los desplazamientos.
Eso, y que con suerte, algún día lleguen a entender qué es y de dónde viene el SFC. El día en el que sepan si es algo vírico, genético, neurodegenerativo o lo que sea, estaremos más cerca de una cura.
Disculpad el interminable tocho. Necesitaba en cierto modo una liberación con gente que puede entender tu estado.
Un saludo.