Una lástima que el comentario de Miguel tenga tanto tiempo, pero bueno. Trastorno mixto por ansiedad-depresión es lo que nos ponen a muchos en el diagnóstico, yo lo tengo escrito así.
Está recogido en la clasificación CIE-10:
F41.2 Trastorno mixto de ansiedad y depresión
Esta categoría debe ser utilizada cuando existen tanto síntomas de ansiedad como de depresión, pero sin que ninguno de estos síntomas sea claramente predominante, ni aparezca con tal importancia que justifique un diagnóstico particular, si es que se los considera por separado.
Cuando se dan en conjunto los síntomas de ansiedad y de depresión, y son suficientemente graves como para justificar diagnósticos separados, deben registrarse ambos y, por lo tanto, esta categoría no deberá ser utilizada.
Queda claro que Miguel y su entorno saben más que el psiquiatra que le diagnosticó, pero la falacia de autoridad pesa mucho, por desgracia.
Respecto del Xeristar®, lo que he podido ver es que es un antidepresivo del tipo de los
ISRN, Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina y Norepinefrina (dos neurotransmisores), de acción similar a la Venlafaxina, y parecida pero no exactamente igual a la Fluoxetina (Prozac®, Adofen®), que son
ISRS, Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina.
Su acción es distinta a la Pregabalina (Lyrica®) que es un antiepiléptico, de acción parecida a algunas benzodiacepinas, como el Clonazepam (Rivotril®), aunque tampoco éstos actúan igual.
Yo puedo aportar mi experiencia, excepto con Pregabalina:
Los IRS en general suelen causar,
al principio del tratamiento, aumento de la ansiedad y, en pacientes con depresión, riesgo mayor de intento de suicidio. Por eso siempre se asocia una benzodiacepina al inicio del tratamiento. Posteriormente, la regulación de la Serotonina debería estabilizar o anular los síntomas ansiosos, haciendo innecesaria la benzodiacepina. Mínimo, 15 días, y de media, un mes.
Yo sufrí esa ansiedad, insomnio, sequedad bucal, náuseas, al principio del tratamiento con Fluoxetina.
No tuve ideación suicida. Sí la he tenido en otras ocasiones, en períodos en los que me he encontrado inutilizado por la enfermedad, y sobre todo, tras mi recaída, en parte, por la impotencia que sentí al verme tratado como un estorbo por los funcionarios que me tocó sufrir.
Los síntomas de retirada de los ISR son similares, y aparecen antes o después dependiendo de la permanencia del fármaco en el cuerpo (la semivida, sí, como los isótopos radioactivos

)
Con los más lentos, como la fluoxetina, tardan unos días en manifestarse. La Venlafaxina y la Duloxetina suelen tardar unas pocas horas:
mareo, dolor de cabeza, vértigo al mover los ojos, náuseas. Son molestos, pero desaparecen paulatinamente. El reposo ayuda a superarlos. Y dejarlos poco a poco, también.
No producen habituación, ni adicción, aunque sí dependencia moderada. Esto último es la causa de los síntomas de retirada.
Para los que usáis Fluoxetina en cápsulas, una advertencia: nunca se os ocurra abrir la cápsula para tomar sólo la mitad. En contacto con la mucosa bucal o del esófago, produce un ardor casi insoportable.
Lo digo por experiencia. Hay comprimidos ranurados.
Clonazepam: Lo tomé durante una semana. Me produjo
casi todos los efectos adversos frecuentes:
Los más frecuentes son somnolencia, mareos, dificultades en la coordinación psicomotora (ataxia) y en la función motriz, deterioro en las funciones cognitivas.
También puede presentarse nerviosismo, confusión en las acciones, alteraciones del comportamiento, cansancio y debilidad no habituales, pérdida del equilibrio, y amnesia anterógrada.
En común con las demás benzodiacepinas tiene su mecanismo de acción: son agonistas (ayudantes) de un neurotransmisor inhibitorio, el GABA o Ácido Gamma-AminoButírico.
Explicándolo rápido, el GABA es el responsable de que no se "desmelene" el Sistema Nervioso por demasiada activación. Así, un agonista (ayudante) del GABA tiene efectos tranquilizantes.
Las benzodiacepinas, además de dependencia, tienen tolerancia y potencial de adicción.
Y los síntomas de retirada pueden ser más intensos y duraderos que los de los IRS.
Esto no significa que empezar un tratamiento con alguna de ellas nos vaya a transformar en toxicómanos.
Como experiencia propia, puedo decir que, a pesar de tomarlas durante cuatro años a dosis altas (hasta 5 mg de Lorazepam, equivalentes a 50-60 de Diazepam) pude deshabituarme en un año.
No he tomado Lyrica. La Pregabalina es un análogo del GABA, y por lo que sé, actúa de manera parecida a las benzodiacepinas, pero no por la misma vía.
Por si sirve de alguna ayuda o aclaración.
Un saludo