Obligarte es mala idea, si tu cuerpo te dice que no, no lo hagas.
Teniendo SQM, mi primera recomendación (y la más importante) es que empieces cuanto antes con el control ambiental. Es lo único que puede permitirte mejorar: no exponerte a lo que te está dañando.
Qué quiero decir con control ambiental? Deja de usar productos químicos. Destierra definitivamente jabones, champús, suavizantes, pasta de dientes, geles de baño, colonias y perfumes... Sustitúyelos por productos bio especiales para SQM o directamente, elimínalos de tu vida. Hay alternativas sin químicos y que puedes hacer en tu casa. En casa, nada de ambientadores, detergentes, lejías, productos para limpieza... casi todo lo que utilizas puede ser sustituído por bicarbonato, vinagre, limón y/o agua oxigenada (para algunas cosas la de farmacia, para otras, la industrial). La comida, si es ecológica, mejor. Y cómprate una mascarilla, para cuando no tengas más remedio que acudir a sitios donde pueden exponerte a aquello que te hace daño (por ejemplo, los ambientadores o los perfumes de la gente). Cuanto antes te pongas a ello, mejor te sentirás. Si lo demoras, las medidas que tendrás que acabar tomando aún serán más drásticas. Si necesitas motivación para ponerte a ello, te recomiendo dos blogs (hay muchos más, pero estos son pioneros y dos casos muy graves) de dos amigas de este foro: No-Fun (de Eva Caballé) o Mi Estrella de Mar (de Mariajo Moya). Encontrarás sus enlaces en el apartado de Webs Amigas. O mírate el reportaje de Samantha Villar: "Gente burbuja". Te aseguro que tendrás motivación más que suficiente!!!
En cuanto a la actividad, la única estrategia para lograr un mínimo de mejora es descubrir cuál es tu "ventana de actividad" y cumplirla a rajatabla. Esto es, aprende cuánto rato puedes tener de actividad sin "pagarlo" después. Da igual si es 1 hora o 10 minutos, no rebases tu límite... y averigua a qué horas puedes hacer qué. Yo, por ejemplo, paso muchos días sin poder levantarme del sofá, pero en los días medio-medio, puedo hacer algo hacia el mediodía, siempre sin pasar de 20 minutos... Luego, me estiro unas horas y, a veces, tengo otros 20-30 minutos de actividad hacia las 6 de la tarde. Si tengo que hacer algo de tipo mental, mi mejor horario es a partir de la medianoche, hasta las 2 o 3 de la madrugada. El resto del día, mi cerebro está prácticamente plano... con algunos minutos de lucidez de vez en cuando. Por ello, paso el día en el sofá con el portátil. Cuando tengo un momento de claridad, voy escribiendo o leyendo, y así sobrevivo. Seguramente podrás hacer algo más que yo, pero eso es lo de menos. Lo importante es que hagas lo que puedas SIEMPRE QUE NO LO PAGUES DESPUÉS. Si te mantienes dentro de tus límites con un margen de seguridad (deja siempre un poquito de fuerzas para después, por si acaso), notarás una mejora que, aunque sea mínima, disfrutarás plenamente. Si te empeñas en adaptar tu cuerpo a tus actividades, fracasarás seguro, y seguirás una linea de empeoramiento. (Como es mi caso, por forzarme a trabajar en vez de parar a tiempo...)
No olvides que son tus actividades las que se han de adaptar a tu cuerpo, nunca al revés
El mejor ejercicio? Los estiramientos, aunque sea en la cama, como mínimo (y en algunos casos, como máximo

). El límite lo pone tu cuerpo, nadie más. Normalmente nos sientan mejor los ejercicios anaeróbicos, por lo que es mejor que hagas repeticiones cortas a que hagas mucho rato. Por lo que leí en un estudio el otro día, nuestro cuerpo entra en modo aeróbico en 90 segundos, por lo que obtendrás mejor resultado si haces tus ejercicios "en dosis homeopáticas"

Si haces un ratito y te encuentras bien, puedes hacer un minuto más al día siguiente, e ir probando. Si ese minuto resulta ser demasiado, vuelve a bajar. Es mejor hacer "casi nada" a no hacer nada. Pero si no puedes hacer nada, NO LO HAGAS. Cuando tu cuerpo obtenga el descanso que necesita, te dejará hacer algo más. Si no, serás un móvil sin pila, que se enciende y se vuelve a apagar, hasta que llega un momento que ya no se enciende. En esta enfermedad, necesitas más disciplina para estarte quieta que para moverte... y ya sabes la fuerza de voluntad que necesitas a veces para moverte!!!
Si puedes bajar a la playa, fantástico. Si diez minutos caminando es demasiada distancia, puedes comprarte una sillita-bastón (creo que en el Decathlon las venden, para pescadores) y te vas parando. Si te bajas a la playa a las 6 o 7 de la tarde, disfrutarás de sus beneficios sin olores de cremas ni tener que cargar con la sombrilla. (Así tienes el hombro libre para llevar la sillita, jeje). Y si no puedes caminar, vas en coche, en moto o en silla de ruedas motorizada (o empujando alguien, porque tampoco podemos usar una silla de ruedas como otras personas, porque no podemos impulsarnos con los brazos)... por ridículo que le parezca a los demás. Nadie imagina lo difícil que puede ser caminar hasta el final de la calle, a veces ya es bastante difícil ir del salón al baño... nosotr@s lo sabemos perfectamente. Cuando mejores, ya podrás hacer algo más.
Como digo siempre, esta enfermedad no es para cobardes.
Un abrazo!
Eli